Recuerdo cuando caminaba por la calle enojada y gritando a los cuatro vientos: "Adelante muéstralas, ya me acostumbré; cada una de ellas me describe más y más como eres... y creo que ya hasta te empiezo a conocer", hablaba sobre la sociedad si mal no recuerdo; estaba cansada de los insultos, de las falsas promesas y las tontas ilusiones... Fue entonces cuando escuché algo arriba, más arriba que yo..
Era el sol que me preguntaba:"¿Cómo la toleras?, ¿No te cansas de tantas caretas?; Digo, créeme, te entiendo...Es cansado siempre brindar lo mejor de ti y no recibir nada más que reclamos ¿Y al final?, nadie te agradece el hecho de haber estado ahi, para brindarles tu luz, desgastarte, sin importar cuanto fue el cansancio o el esfuerzo que pusiste en ello, al final a nadie le importa"...
Ja! aun recuerdo la cara que puso el Sol cuando le dije, "uy señor sol si viera usted lo acostumbrada que estoy, caretas y más caretas y facetas y demás, así crecí, así moriré; ésta vez ya no pude cambiarla, lo intenté, pero ella es más fuerte que yo...Mejor me uno"...
"Mujer, si supieras las veces que me he querido dar por vencido y dejarle mi puesto a la luna...
Varias veces he hablado con Dios y le he suplicado que me quite el trabajo...Pero el insiste en recordarme que sin mí, no existiría vida alguna y que aunque mi luz sea irritable para algunos, sirve y gusta a otros, y que al final todos esto tiene un fruto; ya que ellos que se quejan de mi luz, es por que prefieren brillar en la obscuridad" - dijo el Sol.
Tenía razón aquel viejo sabio, ¿De que vale vivir si no hay diferencias?, lo rosa le quita el sabor a éste juego...
Ese día, después de mi encuentro con el Sol, seguí caminando y un hombre con vestimentas extrañas y apariencia desalineada, me paró en seco y me dijo :
"No he mandado al Sol a decirte palabras sin sentido, ven siéntate y escucha...
-Ustedes, los pocos que se cuestionan sobre la frialdad de la humanidad, son la luz del mundo.No se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón, sino que se la pone sobre el candelero para que ilumine a todos los que están en la casa. Así debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, la luz que está en tí...A fin de que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en el cielo".
Se levantó y me dejó ahi.. fría, pensando sobre aquellas palabras que me habían recitado él y el Sol...
!Qué tonta soy! -dije.
Me puse de pie, gire mi cabeza hacia el cielo y sonreí.
Después de eso.. levanté de mi profundo sueño y no era la calle Unicornio en la que estaba situada, si no en mi misma cama, al parecer no me había movido de ahí, seguía con el mismo cuarderno de matemáticas abierto y con la misma conversación vía internet sonando y sonando; desconcertada miré el relój y eran las 4:00 p.m, habían transcurrido ya 3 horas desde mi ultimo mensage, pero no me importó, me puse de pie y miré por la ventana al Sol, y de nuevo le agradecí... por que sueño o no, para mi fue más real que muchos que se dicen mis amigos..
Me gustan tus relatos y anécdotas, no creo que este capacitado para decir una cosa mejor ¡ja!¡ja! solo que sigas escribiendo por favor, si lo haces prometo visitarte más de una vez. Aunque no se cosa muy tentadora ¡Saludos!
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